Recientemente Naxos Audiobooks ha anunciado el lanzamiento del audiolibro de un clásico de las navidades, Cuento de Navidad de Charles Dickens ("A Christmas Carol" por su título original en inglés).
¿y que tiene de especial para nosotros este lanzamiento?
Pues la forma que tiene ;-)
Lo interesante de este lanzamiento es que se presenta en forma de aplicación descargable para iOS y para Android (que se pueden encontrar aquí y aquí respectivamente). Con la peculiaridad añadida de que incluye de forma simultánea el audiolibro y el eBook, además apoyado por la interpretación de un reputado actor británico, Anton Lesser, que ha trabajado tanto en la National Theatre como en la Royal Shakespeare Company entre otras.
No es la primera vez que vemos la oferta de audiolibros en forma de aplicación descargable, frente a la forma que hemos visto anteriormente de descarga gratuita de una aplicación del distribuidor y que sea esta aplicación la que gestiona la descarga de los audiolibros, mediante distintos tipos de suscripción.
Es interesante analizar tanto desde el punto de vista del consumidor del audiolibro como desde el punto de vista del distribuidor del mismo las distintas formas de distribución, incluyendo la de el audiolibro como aplicación descargable, el audiolibro como producto de catálogo de una aplicación y el audiolibro como stream de audio desde un servicio de streaming (p.ej: Spotify)
Audiolibros como aplicación
En este caso el proveedor de la misma tiene que fabricarla, esto es, empaquetar el audio dentro de una aplicación junto con lo que quiera añadir, en el caso que nos sirve de excusa junto con el eBook y otra información atractiva o útil para el consumidor. Esto puede tener cierta dificultad técnica al principio, pero una vez engrasada la maquinaria y con los empleados con el conocimiento adecuado (o el partner), puede ser un proceso más o menos rutinario. Tras ello puede hacer dos cosas, o subirlas a las tiendas oficiales de los dispositivos (típicamente iTunes y Google Play) lo que implica cierta revisión e incluso "censura" por parte de estas tiendas (en un caso más que otro) y el consiguiente pago de peaje pero que a cambio los usuarios tienen cierta confianza en ellas y por tanto menos reticencia a comprar en estas tiendas. O distribuirlas de forma independiente, pero en ese caso los usuarios suelen desconfiar y es más difícil llegar a ellos, además de tener que manejar el asunto de los pagos, cosa para nada baladí.
Para el usuario este modelo es cómodo ya que podría comprar sólo los libros que desee en el momento que lo desee, sin tener que adquirir un compromiso con el proveedor, aunque a cambio normalmente pagará un precio más alto por libro que en los modelos que permiten la suscripción. Además al final tendrá un dispositivo lleno de aplicaciones que tendrá que encargarse por su cuenta de resguardar si no quiere perder lo adquirido por un accidente o problema.
Aplicación de audiolibros
Este es el caso que hemos podido ver semanas atrás en casos como Audiobooks.com, Audible y algún otro. Aquí el distribuidor lo que hace es generar una biblioteca online, apoyada por esas aplicaciones que cada uno instala en sus dispositivos (hasta ahora sólo las he visto de forma gratuita, evidentemente) y que además de hacer de interfaz con la tienda, permite gestionar las descargas de los audiolibros, actuar de reproductores y alguna funcionalidad más o menos avanzada en algunos casos (como marcadores, o sincronización con otros dispositivos o con eBooks). Este modelo permite el que se pueda ofrecer un modelo de pago basado en la suscripción, debido a que el único posible punto de entrada a la biblioteca está controlado, es la aplicación, que por un lado son más cómodos para el usuario además de salirles normalmente más económicos ya que suelen permitir una "barra libre" por un precio fijo, y por el otro lado facilita mucho las cosas técnicamente al distribuidor ya que es más fácil manejar suscripciones mensuales que cobrar por cada descarga o stream de audio (por ejemplo). Pero ya es suficientemente complicado poner en marcha la tienda, la biblioteca online, hacerse con la suficiente cantidad de títulos como para que la oferta sea atractiva, etc. De forma que normalmente este modelo sólo será posible para distribuidores asentados y que tengan el apoyo necesario.
Para el usuario este modelo es un dilema ya que o paga varias veces a distintos proveedores o tendrá una oferta parcial ya que en muchos casos los títulos que tenga uno no los tendrá el otro, por tanto le obliga a tener que pensarse un poco con que distribuidor comprometerse (al menos mes a mes). Por otro lado tendrá la ventaja de tener una sola aplicación y acceso a multitud de títulos (frente al modelo un una aplicación = un título) y seguramente no tenga que preocuparse por resguardar los contenidos ya que residirán en "la nube" (premio de un audiolibro para el que conteste por qué el término de "la nube" para estas cosas en el facebook o en twitter). También podrá acceder a las ventajas funcionales y oferta que le provea el distribuidor mediante esa aplicación.
Los servicios de streaming
En este caso el distribuidor delega la distribución en algún servicio de este tipo (como Spotify o alguno de los que hemos visto que se van a lanzar durante este mes de octubre y con vistas a las navidades) normalmente a través de algún agregador que hace de intermediario y que además suelen permitir subir el contenido a tiendas online (como itunes o amazon mp3). En este caso el distribuidor no lo es tanto sino que suele ser el creador de audiolibros y pierde en ese sentido cierto control sobre como se distribuye o cuantas descargas se hacen, etc. y ha de fiarse de lo que le dicen los agregadores o disitribuidores. Normalmente esto pasa con productores pequeños que están empezando y que no tienen la capacidad de poder generar una tienda online o unas aplicaciones robustas, pero a cambio permite el nacimiento sin muchos costes de nuevos productores de audiolibros.
Para los usuarios es una forma cómoda y ya conocida de poder acceder a los audiolibros ademas de la ingente cantidad de música y contenidos disponible, mediante típicamente la misma aplicación y que además permite distintos modelos de pago, desde las suscripciones mensuales hasta la compra del contenido deseado. Este modelo es bastante más conocido en cuanto a sus ventajas y desventajas para los usuarios debido a la popularidad de estos servicios, así que no insistiremos.
Como conclusión lo que podemos ver rápidamente es que el mundo de los audiolibros está en plena ebullición, innovando continuamente en tecnología, funcionalidades ofrecidas a los usuarios y ofreciendo distintas fórmulas de forma que cualquier interesado puede encontrar la que más le convenga. Personalmente no creo que se imponga ninguna de estas frente a otras ya que cada una de ellas permite unos modelos y da capacidad para que distintos productores de contenidos o distribuidores de distinto tamaño o ámbito puedan desarrollarse hasta donde puedan o quieran. Es más, estoy convencido de que con el tiempo nos sorprenderemos con otras fórmulas que ahora ni imaginamos, debido a la aparición de otro tipo de dispositivos o vaya Vd. a saber por que.
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