Promo

domingo, 21 de abril de 2013

Audiolibros: ¿interpretar o no interpretar?

La cuestión es ¿qué es mejor, hacer Audiolibros narrados por un actor que interprete el contenido o que gracias a las nuevas tecnologías el libro lo lea un robot que pasa a audio el texto, por tanto sin interpretación?

Yo es escuchado argumentos en los dos sentidos.

Por un lado la calidad vocal e interpretativa de un actor o un narrador profesional hace que nos podamos adentrar de una forma más intensa en la novela. No creo que nadie pueda ponerse en contra de que un profesional nos pueda descubrir matices o emocionarnos con su narración e interpretación de un pasaje concreto o toda una obra. Es más, hay actores y narradores que se han especializado en la creación de Audiolibros, y esto llega hasta tal punto que como vimos hace poco hay categorías de premios muy importantes dedicadas a los Audiolibros.

Pero por otro lado, al igual que hay una diferencia importante a la hora de leer nosotros mismos un texto o verlo en una película por ejemplo, también la hay a la hora de que un narrador nos lea ese texto. Cuantas veces no hemos oido o pensado que nosotros nos imaginábamos a tal o cual personaje con otra voz muy distinta. Sin embargo el público no deja de ir al cine a ver películas que están sacadas de una novela, como la saga de Harry Potter o la de El Señor de los Anillos.

Esto que decimos antes puede estar bien para Audiolibros de ficción, pero ¿qué pasa con los libros técnicos, o de aprendizaje? Pongamos por caso un libro de derecho. Seguro que habeis visto como alguien que tiene un Audiolibro de texto de por ejemplo una licenciatura de derecho se pone el reproductor a doble o triple velocidad para "leerlo" más rápido. Durante décadas la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) ha pagado la realización de audiolibros técnicos que sus socios le demandaban porque estaban estudiando una carrera y necesitaban aprender el texto. Estos mismos socios se ponian una y mil veces el texto en su reproductor para poder aprenderlo, pero a una velocidad de reproducción más alta de lo normal para poder hacerlo en el menor tiempo posible. Cuando lo que se pretende no es disfrutar de la literatura sino aprehender un conocimiento ¿tiene sentido que el audiolibro sea interpretado por un narrador?.

Desde hace ya bastante tiempo existen programas informáticos que son capaces de convertir de texto a voz, y esa voz cada vez está más cerca de parecer una voz humana. La voz sintética ha mejorado mucho en los últimos tiempos y para casos como el que comentamos anteriormente he oido a muchos usuarios de audiolibros preferir que sean realizados con voz sintética ya que aprecian precisamente la falta de interpretación que les despista de su objetivo. Y de igual forma he oido de usuarios que también la prefieren para el caso de la literatura de ficción. Sin embargo aun no son tan buenos los programas como para "leer" adecuadamente algunos pasajes con un estilo peculiar (por ejemplo aquellos escritores que eligen por una cuestión de estilo escribir todo un párrafo sin un solo signo de puntuación). Por otro lado es claramente más rápido y barato realizar Audiolibros usando un sintetizador que encargándolo a un narrador, lo que hace que para las empresas que se dedican a hacer audiolibros sea un claro ámbito de investigación.
Volviendo a la pregunta que nos hacíamos al principio ¿qué es mejor? Pues bajo mi punto de vista, depende. Habrá casos donde será más adecuada la voz sintética y habrá casos donde será más adecuada la interpretación de un narrador, y esto además deberá estar modulado por el gusto personal de quien escuchará el texto. Así tenemos que hay espacio y público para las dos opciones.

¿Cual prefieres tu? Puedes dejarnos tu opinión en nuestro twitter @E_dela_E

domingo, 14 de abril de 2013

El ascenso de Android y sus consecuencias

En un reciente informe de la consultora IDC, se pronostica el crecimiento en la cuota de mercado para este año 2013 y los siguientes (hasta 2017) de las tablets Android frente a otras opciones, y concretamente a las tablets con iOS (o sea iPads) que son las que actualmente copan el mercado.

Concretamente hablan de un crecimiento importante de lo que llaman "low cost" es decir tablets de bajo coste. Este bajo coste puede ser logrado por integradores de hardware que pueden rebajar el precio del dispositivo y que además usan un sistema operativo open source para también bajar el coste del mismo, es decir Android. Evidentemente cuesta menos usar un sistema operativo de fuente abierta y disponible de forma gratuita que hacerte el tuyo (puedo asegurar que hacer un sistema operativo no es trivial y además necesitas gente experta,o sea cara, para poder hacerlo).

Estas tablets pueden tener todo tipo de características que las hace absolutamente heterogéneas, precisamente por lo comentado anteriormente, al contrario que las de Apple, que es siempre igual. Esto pone una importante presión sobre el sistema operativo, al tener que dar soporte y funcionar en una variedad importante de hardware. Esta es una de las razones por las que los dispositivos iOS tienen menos problemas de sistema operativo que por ejemplo los Windows. Es muuuucho más fácil dar soporte a un solo hardware que a una pléyade de ellos (hardware Apple frente a hardware HP, Lenovo, Dell, Acer, Asus, y un largo etc.). A la vez hace que el hardware generalista sea más barato que el específico. Lo que en términos técnicos se conoce como "commodity" y una consecuencia de ello (o mejor dicho de lo contrario), el "vendor lock-in", es decir que estás atado a cierto hardware, o sea a cierto fabricante.

Y al igual que esta situación pone presión a los sistemas operativos, la pone sobre las aplicaciones, y esto implica, para el caso que nos importa en este blog, al contenido, es decir los Audiolibros.

Es decir, que a más variedad, más dificultad y más caro es hacer una aplicación que se ejecute sin problemas en las mayoría de los dispositivos (una aplicación como por ejemplo la de Audible, AudioGo o cualquier otra), y si tu negocio depende de ello, como es el caso de las compañías que venden Audiolibros a través de una aplicación, pues es lógico que te preocupe que esta aplicación se ejecute bien en los dispositivos. Pero esto es un problema, por lo que estamos comentando ¿cómo podemos asegurarnos que nuestra aplicación va bien (por tanto hace que nuestro negocio vaya bien) en todos los dispositivos? Pues invirtiendo mucho dinero en programadores, ingenieros de pruebas, material, etc. Mal. Caro. Dificil y nadie te asegura que vaya a funcionar en la siguiente tablet que salga.

Por tanto es lógico que muchas de estas empresas concentren sus esfuerzos en una aplicación que saben que va a funcionar sobre el sistema operativo para el que está hecho, iOS.

Y volviendo al inicio de este post, ahora se encuentran con un problema, ya que la tortilla se está dando la vuelta y la mayoría de los dispositivos no van a ser iOS sino Android ¿van a dejar de tener la posibilidad de vender a la mayoría de los usuarios? No, claro, sería absurdo. Pues hay dos posibilidades, o invertir mucho en hacer una aplicación para Android que esté muy bien probada para que funcione en todos, o casi todos, los dispositivos con este sistema operativo, o pasarse a usar una aplicación genérica que pueda reproducir audiolibros creados en un formato estándar, pero, ¡uf! eso es cambiar el modelo de negocio...

Se presentan por delante unos meses interesantes a la vista de esta tendencia destacada por IDC, vamos a ver que decisiones va tomando la industria del Audiolibro al respecto.

sábado, 6 de abril de 2013

BlackBerry Music anuncia su cierre

No es el primer servicio de música que cierra, ni será el último. Hace muy poco asistíamos al cierre de Ping por parte de Apple. Ahora le toca el turno a BlackBerry Music

En agosto de 2011 era cuando BlackBerry lanzaba este servicio de música en streaming, y mediante un correo a sus subscriptores les ha comunicado que el 2 de junio de este año 2013 es cuando dejará de funcionar. 2 años, no llega.

Como ya sabeis, en mi opinión los Audiolibros tienen mucho en común, en lo que a distribución se refiere, a la música, por tanto esta no es una noticia buena para los audiolibros de forma general.

Es el segundo servicio de distribución de audio asociado a un fabricante de smartphones que cierra en poco tiempo. Estos servicios, además de la parte de audio, quieren ser atractivos por el componente de comunicación y compartición por parte de los usuarios de las experiencias y los contenidos,  es decir el componente social. Este componente de comunicación pueden ofrecerlo y quieren aprovecharlo gracias precisamente a que son fabricantes de dispositivos, y pueden integrar y hacer uso de los componentes necesarios para ello. Dado el empuje que tienen las redes sociales en los últimos años parece una unión provechosa esta de los servicios musicales y los de las redes sociales. No hay más que ver por ejemplo la unión relativamente reciente entre Spotify y Facebook.

Pero sin embargo esta fórmula de éxito no parece haber funcionado para Apple ni para BlackBerry, pese al gran tirón que tienen con los dispositivos ¿por qué? ¿será por la parte de la música o por la parte social? Pues es dificil de decir sin tener los datos, pero me voy a atrever a dar mi opinión: ambos y ninguno.

Es decir, creo que a la gente no le gusta que le impongan tal o cual red social (por muchas funcionalidades que tenga) o tal o cual servicio de música por el hecho de tener un dispositivo u otro. Lo que quiere es lo contrario, poder disfrutar de su red social y servicio de música favoritos en el dispositivo que tenga, sea este el que sea. ¡Y esto a pesar de lo "fans" que son los usuarios de Apple y de BlackBerry de sus respectivos dispositivos!. No se si como consecuencia o como razón primera está el éxito que han tenido los dispositivos para los que es fácil (o al menos relativamente fácil) crear aplicaciones y que los usuarios se las instalen. Por nombrar otros ejemplos, en el lado abierto (aunque habría bastante que hablar al respecto) está Android y en el casi contrario Symbian. Recordemos aquí a situación actual de Nokia cuando era uno de los grandes hace muy poco tiempo.

O sea que posiblemente el quid de la cuestión esté en la estrategia que hay detrás de esos servicios.

¿Y qué hay de los audiolibros? Como estamos viendo en los últimos tiempos, las diversas tendencias en cuanto a la distribución de audiolibros se están apoyando en la facilidad que comentamos anteriormente, es decir que no están ligados a un dispositivo concreto sino haciendo uso de aplicaciones que existen para distintos dispositivos, creando aplicaciones específicas o haciendo uso de servicios de streaming existentes para diferentes smartphones. Casi seguro que esto es porque para el caso de los Audiolibros no existe aun la tracción gigantesca que tiene la música como para intentar forzar la exclusividad para los usuarios, pero igual por lo mismo aun no han sufrido la una desaparición de servicios como la que comentamos en esta entrada.

Parece por tanto que la estrategia seguida por los servicios de audiolibros que existen actualmente es la adecuada... pero es dificil predecir el futuro. Iremos viendo, y comentándolo en este blog