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domingo, 22 de marzo de 2015

Analizamos la compra de Overdrive por parte de Rakuten

A finales de la semana pasada saltaba la noticia que ha sido captada y divulgada a los cuatro vientos por las redes sociales. Especialmente por lo sorprendente.

Rakuten compraba Overdrive por la no despreciable cifra de 410 millones de dólares americanos.
Pero ¿quien es Rakuten? Por si acaso aun alguien no lo sabe Rakuten es un gigante del comercio electrónico minorista originario de Japón y muy establecido en Asia que desde hace un tiempo está lanzándose en los mercados europeos y americanos (aun recuerdo no sin cierta vergüenza ajena el primer anuncio que vi en la televisión española de Rakuten).

Por otra parte sobre Overdrive ya hemos hablado antes en distintas ocasiones y por distintos motivos aquí, aquí o aquí. Espero que a estas alturas del partido ya todos sepais quien es y a que se dedica Overdrive.

Desde luego es un movimiento que nos puede sorprender a primera vista ya que estamos acostumbrados a ver adquisiciones de empresas de audiolibros/eBooks entre ellos, pero ¿de un comercio a una distribuidora de eBooks y audiolibros? Pues no debería sorprendernos, porque es exactamente lo mismo que hizo Amazon con Audible hace ya un tiempo, lo que pasa es que esto fue hace tanto que ya casi ni nos acordamos (de hecho bastante antes de que existiera este blog, allá por 2008).

Si además echamos un vistazo al carro de la compra de Rakuten en los últimos meses, nos quedará claro que el movimiento no es más que un paso más en la estrategia de Rakuten de ampliar su catálogo de productos incorporando de forma sólida el de los bienes digitales. Hace poco compraron dos plataformas de streaming de video, la española Waki.tv y la asiática Viki, y especialmente al hilo de la compra de Overdrive, a mediados de 2011 compraron el fabricante de dispositivos de libros electrónico Kobo.
Presencia de Rakuten y sus adquisiciones en el mundo (antes de la compra de Overdrive)
Como veis todo apunta a un crecimiento de las ventas de bienes digitales, pero no cualquier venta, concretamente el modelo de alquiler o préstamo. Como sabeis Overdrive tiene su negocio precisamente en facilitar la plataforma y los contenidos (concretamente más de 2,5 millones de eBooks y Audiolibros de distintas editoriales) para el préstamo de eBooks y Audiolibros en bibliotecas, escuelas, etc. ¿Y qué son las plataformas de streaming de video si no de alquiler de contenidos?

Por tanto yo me hago un par de preguntas de aquí al futuro más o menos inmediato, en lo que corresponde a los Audiolibros y al respecto de esta noticia.

¿Veremos cómo Rakuten evoluciona Overdrive a una plataforma más generalista para ofrecer eBooks y Audiolibros no solo a bibliotecas, etc. si no también al público general de forma directa? Opino que si, aunque algo tardarán porque tendrán que dar satisfacción de alguna forma a los actuales clientes de Overdrive que tienen su biblioteca de audiolibros basada en la plataforma de Overdrive, y el diseñar esa estrategia de cambio llevará un tiempo y una negociación.

Y la segunda pregunta. Visto el modelo de alquiler/préstamo que parece que Rakuten quiere desarrollar para los medios digitales (cuidado, no es que lo diga yo, lo ha dicho el propio responsable del negocio de eBooks global de la compañía, Takahito Aiki en la nota de prensa de la adquisición) ¿Convertirá Rakuten la oferta de Audiolibros (y eBooks) en una oferta de streaming apoyado posiblemente en la tecnología de las otras compañías adquiridas? Me inclino a pensar que si, lo primero porque parece que el mercado va en esa línea de streaming frente a descarga. Así está siendo en el mundo de la música y cuando el mercado de los Audiolibros evolucione un poco y empiece a abrirse realmente la competencia creo que también lo será en el. Y lo segundo es que si toda la estrategia de Rakuten en los contenidos digitales pasa por el streaming (video como podes ver especialmente) ¿por qué los Audiolibros iban a ser una excepción?.
Completar la información finalmente con que con estas adquisiciones Racuten también da pasos en la afianzar su posición en Europa y EE.UU. especialmente, ya que al adquirir las compañías adquiere de paso sus clientes. Concretamente esta compra de Overdrive se completará en Abril.

Por cierto, supongo que Amazon habra tomado buena nota, porque le está saliendo un competidor bastante potente y que quiere abarcar todos los frentes. Y concretamente en lo que a nosotros nos importa, el frente de los Audiolibros.

lunes, 16 de marzo de 2015

Predicciones de crecimiento en el mundo de los Audiolibros

En la presente entrada vamos a hacer alguna predicción para el año que ya tenemos bastante avanzado sobre el mundo de los audiolibros. De esta forma nos convertimos en una especie de adivinos de lo que marcará el mundo de los audiolibros para este año 2015.

El primer hecho, para alegría de todos nosotros, es que le mercado de los audiolibros sigue creciendo. Por supuesto, como siempre, sólo disponemos de datos del mercado anglosajón (y germano, luego vemos), ya que en España este formato sigue siendo prácticamente invisible para quienes hacen los estudios y las estadísticas, debido a una ceguera que no acabo de comprender.

Unas pocas cifras que reflejan este hecho. En 2007 se producían unos 3000 audiolibros mientras que en 2011 este número había alcanzado nada más y nada menos que más de 12000, número que ha seguido subiendo en subsiguientes años para tener disponibles más de 20000 audiolibros en 2013 y más de 35000 en 2014. Todo hace pensar que en 2015 estas cifras seguirán creciendo.

Además de la cantidad de audiolibros disponibles también vemos que los beneficios crecen. Actualmente el negocio de los audiolibros es de 2.6 miles de millones de dólares y según el reciente informe de la Asociación de Editores Americanos, en EE.UU. el crecimiento en 2014 de las ventas de audiolibros ha sido del 28,7% (en EE.UU.)

Por tanto la primera predicción que nos "arriesgamos" a anunciar es la de la continuidad en el crecimiento del mundo de los audiolibros, tanto en número de títulos disponibles como en beneficios para la industria.

Evidentemente EE.UU. no es Hispanoamérica (incluyendo a España) donde el negocio de los audiolibros no está tan desarrollado.

Un siguiente dato, que es muy relevante, es que al contrario de lo que podría pensarse (y que incluso yo pensaba) es que no es el mercado anglosajón el mayor para los audiolibros, si no el Alemán, en el que en los últimos tiempos nada menos que 5 millones de personas han comprado un audiolibro (como un 7% de la población del pais) y en el que se consumen más audiolibros que eBooks.

¿Significa todo esto que veremos una tendencia generalizada en este sentido? Es decir ¿los paises europeos de habla no inglesa crecerán como el alemán? Al respecto del caso del idioma español no creo que aun llegue al nivel del mercado alemán. Y por otro lado ¿crecerán los audiolibros por encima de los eBooks en estos paises o incluso en UK?. Yo tengo mis dudas. Lo que si parece es que en 2015 los audiolibros en el resto de Europa crecerán, aunque no de forma tan espectacular como lo han hecho en Alemania. Y como no, seguirá creciendo el mundo de los audiolibros también en Latinoamérica, aunque también de forma no tan espectacular. Para ello me baso no en datos de verdad, más bien casi que de forma digamos fenomenológica, lo que se ve en las redes sociales, anuncios diversos, entradas muy relevantes en el mercado de los audiolibros en español, etc. y por tanto intuyo que este mercado también está creciendo como digo antes. Menos espectacularmente, claro, pero parece que de forma continuada y decidida.

Y este crecimiento creo que es gracias fundamentalmente a la apuesta continuada y casi heroica de una cuantas iniciativas que ofrecen el mayor volumen de títulos en español y que además son las que llevan más tiempo en el mercado, y al nacimiento de un montón de otras que aportan y aportarán especialmente producción de nuevos audiolibros. Es decir, que aportan a la poco a poco creciente efervescencia del mercado del audiolibro en Europa, y concretamente lo que nos importa más, en Hispanoamérica, incluida España.

sábado, 7 de marzo de 2015

Bardowl, el fin de una buena aventura

No siempre podemos dar buenas noticias para el mundo de los audiolibros. A finales del pasado mes de enero el servicio británico Bardowl tenía que cerrar.

El servicio que quería seguir la estela de Spotify en el ámbito de los audiolibros no ha podido mantenerse después de dos años y medio de actividad.

En junio de 2012 empezaba su andadura Bardowl con una oferta muy similar a la de Spotify, pero centrada en los audiolibros. Por unos 14 euros al mes de suscripción (9,99 libras esterlinas) tenías  acceso a toda la biblioteca de Bardowl que podías disfrutar mediante streaming haciendo uso de la correspondiente app, que en aquel momento sólo estaba disponible para iPhone y iPad. Además la app guardaba como "cache" una cantidad limitada a unas 3 horas de audio en el mismo dispositivo para que pudieras seguir escuchando el audiolibro aunque perdieras la covertura WiFi o 3G, al entrar en el metro o hacer una viaje mas o menos corto en avión. Contaba también con un apoyo importante en las redes sociales, desde la misma app podías no solo comentar con tus contactos el audiolibro que estabas escuchando o querías escuchas a continuación, también permitía que pudieras compartir con ellos hasta 30 segundos del audiolibro, tento en Facebook como en Twitter o LinkedIn.

Inicialmente su catálogo estaba centrado en títulos de negocios o autoayuda, como "Cómo hacerse rico" de Felix Dennis, "La sabiduría de las abjeas" de Michael O'Malley o "Cómo superar la ansiedad para tontos" (todos ellos en ingés, claro, ya que el servicio estaba centrado en el mundo británico), pero desde el principio su intención era la de ampliar su catálogo incluyendo también obras de ficción y otras temáticas de no ficción.

Y de las misma forma que sus autores remarcaban sus similitudes con Spotify, también mostraban sus diferencias con Audible. Y la principal era la de streaming frente a descarga que lleva acompañado casi de inmediato el modelo de suscripción frente al modelo de compra de un título. Se destacaba como ventaja de este modelo la no necesidad de invertir en un audiolibro completo que al final te puede gustar o no, enseñar o no, frente al poder disfrutar de tantos títulos como desees.

Además la app (el punto de interacción, al final, de los usuarios con el servicio) estaba bien diseñada y era fácil de usar, lo que es clave para la fidelización de los usuarios y la atracción de otros nuevos.

Como bien sabeis, creo que el modelo de Bardowl es el ideal para los audiolibros del siglo XIX.

¿Qué ha fallado entonces?

Bueno, lo primero es que hay que tener en cuenta que aunque una idea sea la mejor del mundo, esto no garantiza que sea un éxito. Tienen que reunirse muchas circunstancias para que un servicio triunfe, y esto es muy raro que suceda.

Pero hay algunas cosas que pueden haber condicionado el que Bardowl no haya encontrado su camino. Una de ellas y posiblemente la principal por todo lo que conlleva, es la reticiencia que existe aun hoy en dia, y por supuesto cuando Bardowl empezó, por parte de los poseedores de los derechos de las obras y productores de audiolibros al modelo de suscripción y streaming ¿cómo van a apostar por ese modelo cuando el de descarga está dando beneficios sustanciosos y el servicio que se está llevando el gato al agua es uno como Audible/Amazon?. Si, en el caso de la música ha habido éxitos, pero claro el medio circundante era y es muy distinto al de los audiolibros. Tened en cuenta el descalabro que año tras año viene sufriendo la venta de CDs y descargas de la música, además del fenómeno de la descarga y tráfico de música ilegal. Ahí existe una excusa más que atractiva para que los modelos de suscripción sean bienvenidos por los autores y productores. Pero ¿existe esta excusa en el caso de los audiolibros? No, sinceramente no. Aunque el tráfico de audiolibros ilegal empieza a aparecer, no hacemos más que ver que año tras año el mercado de los audiolibros no para de crecer, y lo hace con el modelo de descarga más o menos tradicional.

Y obviamente la falta de títulos en una oferta de suscripción es un problema muy serio.

Pero aun pareciéndome una buena idea el servicio de Bardowl, ¿de verdad tenía cabida en el mercado existiendo ya servicios de streaming como Spotify o Deezer? ¿De verdad los usuarios distinguen entre un servicio para música y uno para audiolibros?

A mi como productor de audiolibros y como usuario de ellos me parece que no.

Si quiero distribuir mis audiolibros por streaming (que ya vemos que es un caso extraño aun a dia de hoy) ¿por que habria de hacerlo en un servicio que aun es muy localista (sólo Gran Bretaña) y no tiene el alcance y penetración de un Spotify?. Y si soy un usuario ¿por qué habría de pagar dos suscripciones si con una tengo las dos cosas, música y audiolibros? (vale, aun no es tremendamente fácil encontrar audiolibros en Spotify o Deezer, o Rdio..., pero por lo mismo de antes)

En fin, que aunque el servicio bajo mi punto de vista tenía todos los puntos para ser ganador, no sólo el concepto de servicio es suficiente. Hay que tener muy en cuenta la circunstancia alrededor y cómo percibirán el servicio los proveedores y los usuarios. Claro, también es muy fácil hablar, como decimos aquí, a toro pasado.

En cualquier caso es una pena que desaparezca un servicio como Bardowl

domingo, 1 de marzo de 2015

La fórmula Noruega para terminar con la piratería

Hace relativamente poco publicábamos una entrada en la que comentábamos sobre cómo la sombra de la piratería se ceñía cada vez más cerca del mundo de los audiolibros. Si recordais en esa misma entrada hablába de mi opinión concreta en cuanto a la forma de combatir este fenómeno.

Pues bien, parece que en Noruega han demostrado fehacientemente esta opinión.

Aunque no se refiere a la industria del Audiolibro, si no a la de la música, ya sabemos que hay muchos paralelismos, al menos en lo que se refiere a la forma de comercialización y distribución, entre estos dos mundos.

Primero las cifras (bueno, o algo parecido). Según una encuesta realizada por la organización que representa a la industria fonográfica musical internacional (International Federation of the Phonographic Industry, IFPI), actualmente en Noruega sólo el 4% de los menores de 30 años usan canales de compartición de archivos para obtener música de forma ilegal (según la legislación vigente). Es más, y esta vez para la industria mundial, menos del 1% de las personas menores de 30 años decian para esta encuesta que el intercambio de archivos es su principal fuente para conseguir música.

¿Y como ha conseguido Noruega eliminar prácticamente la descarga de música de forma ilegal en estos últimos cinco años? Pues según los representantes de la propia industria en este país "ofreciendo servicios que son a la vez mejores y más fáciles de usar que las plataformas ilegales".

Y entre estos servicios de calidad los responsables de la industria musical Noruega hacen especial mención a los buenos servicios de streaming con unos precios razonables, normalmente en modelos de suscripción (¿a que os suenan conocidas a los habituales de este blog estas ideas?). De hecho algunas publicaciones especializadas (como TechDirt) ya han escrito repetidas veces sobre las evidencias cada vez más claras de la relación entre la presencia en los distintos países de servicios de streaming de calidad y a precios adecuados y la reducción drástica del número de descargas ilegales en estas regiones. Uno de los países donde se está notando especialmente esta relación desde hace unos años es, como refleja la encuesta de la IFPI, Noruega.

Ofreciendo estos servicios de calidad y de fácil uso en el mercado en Noruega han logrado que su industria musical vuelva a tener una economía sana.

Un hecho igualmente destacable también comentado por los representantes noruegos de la industria musical es que realmente los servicios de streming acaban de empezar y seguro que nos quedan por ver muchas novedades tanto en lo que respecta a los aspectos tecnológicos como a los aspectos de oferta y servicio. Además cuando la población que ahora usa mayoritariamente estos servicios y que ahora son jóvenes crezcan, seguro que vemos cambios ligados no solo a la evolución de los servicios en sí, si no a la exigencia en cuanto a servicios y gustos que esta población tenga pondrá sobre la mesa. Y por supuesto a la evolución de las dinámicas de la industria misma. Por ejemplo ya sabéis que actualmente hay bastante polémica en torno a que algunos artistas consideran que lo que reciben como royalties de los servicios de streming por sus obras es muy escaso y ha habido recientemente sonados abandonos de algunos de ellos de este tipo de servicios. Estas polémicas, aunque es posible que en algunos casos sean artificialmente generadas por gente que ve peligrar sus negocios tradicionales, seguro que hacen cambiar el panorama de una forma u otra.
 Finalmente a todas estas consideraciones sobre la calidad de los servicios yo añado sin duda una que creo casi más importante y es la de la calidad de los contenidos. De nada vale que tengamos unos servicios estupendos si no van acompañados por unos contenidos por los que los usuarios no aprecien que están pagando un precio justo.

Desde luego quien no lo vea es porque no quiere.

Por supuesto yo opino que todas estas reflexiones son completamente trasladables al mundo de los audiolibros.

Para quien tenga curiosidad aquí le dejo un enlace al informe anual del IFPI (en castellano).