Durante estos días atrás vamos conociendo las estadísticas de la industria del audiolibro sobre el año 2016. Casi que parece que como no podría ser de otra forma de nuevo hablamos de crecimientos espectaculares, lo que es una alegría considerable.
Primero conocimos las cifras de EE.UU. ofrecidas por la Association of American Publishers (AAP) y que aunque incompletas en cuanto al año (van desde enero hasta noviembre) ofrecen un panorama de lo que como veremos parece repetirse en otras latitudes y que dado que EE.UU. es el mayor y más maduro mercado de audiolibros pueden guiar la tendencia que veremos en tierras más cercanas a nosotros.
Y las cifras que vemos como decíamos son espectaculares, hablamos de un 29,2% de crecimiento en los beneficios de la industria del audiolibro, con una volumen de negocio de 244,1 millones de dólares. Lo que contrasta de forma impresionante con el descenso en beneficios experimentados por los e-books del 16,4%.
Similar situación encontramos en otro de los mercados donde los audiolibros están presentes desde hace mucho tiempo, el de Gran Bretaña, donde la Publishers Association reporta un crecimiento del 28% esta vez en otro parámetro distinto, el de las descargas, llegando a un valor de 16 millones de libras esterlinas. De nuevo con una situación en contraste de caída de un 17% en el total de e-books descargados.
Como vemos, hay un paralelismo casi idéntico entre las dos situaciones de los dos países que posiblemente tienen más tradición en el mundo de los audiolibros.
Pero ¿y cual es la situación en España? Pues desgraciadamente seguimos sin tener datos. Ni fiables ni no fiables, no hay datos oficiales. Los últimos resultados de las estadísticas de la edición española de libros del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte correspondientes al año 2016, lo primero es que se restringen a los que tienen ISBN, y lo segundo es que los audiolibros ni si quiera merecen su propio epígrafe y están incluidos dentro de la categoría de "otras ediciones" junto con, atención, videolibros, diapositivas y microfichas. Y lo más sorprendente es que según esta estadística, el número de ediciones del total de "otras" en el año 2016 ha sido de ... cero (insisto, con ISBN).
Como esto sabemos más que de sobra que no se corresponde con la realidad de la cantidad de audiolibros publicados en España en el año pasado, la única conclusión es que ninguno de ellos lo ha hecho con ISBN ¿será porque es algo que además de no ser obligatorio supone una carga de gestión que no merece la pena?
¿Y al respecto de los e-books? En este caso si hay datos y hablan de un crecimiento de un 13,47% en el número de libros inscritos en el ISBN. Difícilmente con estos datos se puede hacer una comparativa con las situaciones que hemos comentado antes, que hablan de volumen de negocio y de beneficios y no tanto de cantidad de ediciones.
A la vista de los presentado, igual que hace un tiempo vuelvo desde este humilde blog a pedir al Ministerio que además de esos datos que puede tener porque los propios editores se encargan de alimentar la base de datos, se empiece a fijar en otros indicadores que reflejen de forma más precisa la realidad de la industria de los audiolibros en España. Y si no el Ministerio, pues la propia industria tendrá que organizarse para empezar a tener sus propios datos.
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