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domingo, 14 de agosto de 2016

Lo que hay detrás del espectacular crecimiento de los audiolibros

Durante los últimos dias hemos podido leer en las distintas variantes de internet varias veces la noticia sobre el espectacular aumento de las ventas de audiolibros en EE.UU. en lo que llevamos de año, "curiosamente" siempre apuntaban al final a la misma fuente (caray, esto de internet se repite más que el ajo). Para que no tengais que buscarlo, os dejo los datos aqui:

Según la AAP (Association of American Publishers) el crecimiento de las ventas de audiolibros (como decíamos antes, cifras referentes al mercado de EE.UU.) ha sido de un 30% en enero (respecto al mismo mes del año pasado), de un 42% en febrero y se espera que lleguen un crecimiento del 47% para final de año.

Efectivamente porcentajes de crecimiento realmente espectaculares, incluso para lo que ya estábamos acostumbrados en este mundo de los audiolibros en el que vemos crecimiento año tras año.

Añadido a esto, se habla del porcentaje de personas que alguna vez han escuchado un aduiolibro, que llega al 43% y que aumenta respecto al 41% del año 2015, y lo que es más interesante, el número de audiolibros escuchados a lo largo del año por cada oyente ha crecido de una media de 5,8 en 2015 a, a estas alturas de 2016, 6,7 y se espera que alcance la cantidad media de 7 o 7,5 a final de año.

De nuevo, cifras espectaculares de crecimiento.

La referencia es esta para quienes deseeis ampliar la información.

Por supuesto, todos esperamos que el mercado Hispanohablante y concretamente el Español siga la misma senda, pero para poder tener esas ilusiones nos debemos preguntar si el punto de partida es el mismo, es decir ¿cuales son los facilitadores de este crecimiento?

Un aspecto clave es sin duda la digitalización de los audiolibros, es decir la adopción de forma generalizada de la forma digital del contenido frente a la física, la distribución por internet en forma de archivos de audio frente a la distribución en formato físico, CD, DVD o similar. Este aspecto se puede ver claro en el informe publicado, en el que se resalta como uno de los motivos de este crecimiento que el 64% de las personas adultas de EE.UU tienen un smartphone en 2016, frente al 35% de 2011.

No sólo eso, el 63% de los coches vendidos en 2016 (siempre en EE.UU.) llevan incorporado de serie algún mecanismo para conectar de forma prácticamente transparente para el usuario, el smartphone, con todas sus aplicaciones incluyendo las de audiolibros, al automovil, ya sea via Bluetooth, USB, WiFi, etc. (ya hemos hablado en varias ocasiones lo relevante que esto es para el mundo de los audiolibros, por ejemplo aquí y en referencias interiores)

En el fondo ¿de que trata esto? nada más sencillo: hacerle fácil al público el disfrute de los audiolibros, si alguien quiere escuchar un audiolibro ¿qué mejor que hacerle lo más sencillo posible el acceso y la escucha de él? Pues pudiera parecer mentira, pero es la tecnología lo que hace fácil esa tarea.

¿Y como andamos en España de estos porcentajes?


Desde hace tiempo en España hay más móviles que habitantes, y concretamente un 87% de los adultos tienen un smartphone, lo que podría ser una muy buena perspectiva, sin embargo parece ser que se sigue usando el smartphone como un "tontophone", es decir que no se aprovecha en mucha medida las capacidades de los terminales, entre las que por supuesto podemos incluir las aplicaciones para audiolibros.

Esto nos coloca en una situación contradictoria, hay mucha posibilidad de llegada a los usuarios con los audiolibros digitales porque los usuarios tienen en sus manos la tecnología, pero a la vez no se usa esta tecnología. ¿Podrían ser los audiolibros uno de los revulsivos para que se empiece a explotar esa tecnología? Así lo creo yo.

El tema de los coches es harina de otro costal. Todos sabemos que el automovil es el sitio donde más se escuchan los audiolibros en EE.UU. y por eso es muy relevante el dato que se aporta. ¿Sucede en España lo mismo? Por un lado los transportes diarios no son tan largos como lo son en EE.UU., pero por otro lado la mayoría de las personas que lo usan diariamente tardan más de una hora en llegar a su destino, por tanto ¿sería relevante para el mercado de los audiolibros en España este aspecto? Así lo creo yo. En el caso de España el 20% de los coches vendidos incorpora estos elementos y un 66% de los usuarios tiene en cuenta esta conectividad a la hora de comprar un coche. Aunque aun lejos de las cifras norteamericanas, los porcentajes en España son prometedores en este aspecto.

Es decir, tenemos la forma en la que los oyentes pueden escuchar sus audiolibros, pero hay otro aspecto no nombrado en las referencias del principio de la entrada seguramente porque se da por hecho y que es clave, fundamental:

¿Existen los audiolibros para que puedan llegar a quien desea escucharlos? Es decir ¿aumenta la producción de audiolibros en español capaz de cubrir la demanda?

Obviamente España no es el mercado anglosajón y estamos muy lejos aun de tener los niveles de producción que tienen en EE.UU. Es más, desgraciadamente aun no contamos con datos fiables sobre la producción de audiolibros en España o en español. Pero sólo viendo la involucración y difusión de las productoras, editoriales, distribuidoras, etc. en España en la pasada 1a semana del Audiolibro, podemos ser optimistas. No hay más que echar un ojo a las redes sociales para ver que día a día aparecen nuevos títulos. Esperamos poder tener pronto cifras realistas del mercado y de la producción de audiolibros en España, no dudeis que en cuanto los tengamos os los haremos llegar.

Por tanto, tenemos los medios técnicos y las formas en las que los oyentes pueden tener fácil acceso a los audiolibros, y la cantidad de audiolibros, la producción, crece día a día, sólo falta unir un punto con el otro, y aquí es donde entran en juego los canales y los profesionales del marketing (en todos sus aspectos), el éxito de este trabajo lo podremos contrastar cuando tengamos no sólo datos de la cantidad de audiolibros producidos, también de las cifras de ventas.

Yo personalmente soy muy optimista.

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