Desde hace unos cuantos meses digo a quien tiene la paciencia de oirme que si hubiera tenido a mi alcance el conocimiento que hoy tengo gracias a internet, no se yo si hubiera pisado muchas veces las aulas en la universidad.
Y es que a parte de la cantidad inconmensurable de tonterías y bazofia que ronda por la red, si se busca un poco y con intención, un@ puede encontrar verdadero conocimiento impartido por los mejores profesores. Aunque los pioneros tienen ya años, durante los últimos meses parece que están tomando relevancia tanto plataformas como cursos que se incluyen dentro de los llamados MOOC, Massive Open Online Course o en castellano Cursos en Línea Masivos y Abiertos.
Particularmente a mi me han enganchado dos de estas posibilidades (aunque en el futuro seguro que lo hacen más), una plataforma, EdX, y una serie de canales de Youtube muy concretos sobre contenido que me interesa, canales tanto gestionados por instituciones académicas como por particulares.
Pero dado que esto es un blog sobre audiolibros, vamos ya al asunto. La cuestión es que (casi) todos estos materiales están basados en vídeos o materiales audiovisuales dinámicos, y lo que yo me pregunto y es la razón por la que escribo esta entrada es ¿acaso no tiene sentido material sólo auditivo para este tipo de contenidos?. Desde luego yo me he encontrado muy, muy poco.
Por un lado hay contenidos que son difícilmente captables sólo en audio, cosas como cursos de arte pictórico, ingeniería, ecuaciones matemáticas, etc. Es más o menos lógico que este tipo de contenido no tenga mucha cabida en audiolibro. Pero por el otro lado hay muchas otras materias que pueden encajar perfectamente para su difusión en audio, como la historia, la filosofía, mucho de las ciencias sociales, literatura, etc. y sin embargo es muy difícil encontrar materiales serios en formato audiolibro de estos conocimientos. ¿cuál será la razón?
A la vez una de las temáticas de más éxito en el formato audiolibro son los títulos de autoayuda ¿cómo se puede explicar que sucedan a la vez estas dos cosas?
Bueno, en el caso de los audiolibros en español la causa creo que es clara, por un lado es una industria aun incipiente y por otro lado los contenidos de autoayuda tienen más éxito y se venden mejor en general que los de temática académica. No voy a hacer comparativas aunque me vienen a la tecla solas ;-)
Una fabulosa excepción que he tenido el gusto de conocer son los audiolibros de Escuela de Saber, con unos títulos sobre historia realmente interesantes y cuyo catálogo crece de forma sostenida, con ejemplares que tratan desde el Imperio Romano, pasando por la historia contemporánea de España o la de ciudades con tanto acerbo histórico como Salamanca, Sevilla o Toledo.
Y dado lo apropiado que es el poder ya no sólo disfrutar de la mejor literatura mientras conduces, haces deporte, cocinas, etc. (actividades todas que requieren sobre todo poner la atención visual en otras cosas y no en vídeos), también aprender de los mejores maestros los contenidos de las temáticas que más te gusten, yo espero que poco a poco vayan apareciendo audiolibros que cubran esa demanda. Es más, animo a todos los creadores de audiolibros a que se planteen esos contenidos y aplaudo fervorosamente iniciativas como la de Escuela de Saber.
Para finalizar decir que si, que se que existen un montón de audiolibros realizados a partir libros de texto, muchos universitarios, para instituciones de ayuda a las personas ciegas, como por ejemplo la ONCE en España, pero lo normal es que esos audiolibros estén realizados con unas condiciones muy concretas y no estén (ni puedan estarlo por razones legales) a disposición de todos, a menos que cambie la legislación al respecto y se sume a ello la voluntad de compartir los contenidos.